Para hacer frente de manera más eficaz a la ofensiva militar del Gobierno ucraniano contra el federalista este del país, las autodefensas en esta región han organizado bases de entrenamiento improvisadas.
El aspecto del pueblo de Semiónovka, ubicado en las afueras de la ciudad de Slaviansk, evoca a las imágenes de las áreas devastadas por la Segunda Guerra Mundial.
La población ha sido casi enteramente arrasada por los bombardeos de morteros e instalaciones de lanzacohetes múltiples utilizadas por los militares ucranianos contra la ciudad rebelde.
Casi ya no quedan edificios que no hayan recibido impactos del fuego de artillería
Casi ya no quedan edificios que no hayan recibido impactos del fuego de artillería. Aunque las calles parecen abandonadas, las autodefensas están listas para repeler a las fuerzas gubernamentales.
En estos lugares a los novatos son instruidos para disparar fusiles automáticos y manejar armas blancas en combates cuerpo a cuerpo.
La milicia incluye a personas de todos los estratos: exestudiantes, empresarios, taxistas, exmilitares o policías.
Aquellos que ya saben manejar armas enseñan a los voluntarios menos hábiles técnicas que les ayuden a sobrevivir y combatir de manera eficaz.
Los voluntarios no suelen llamarse por el nombre sino por un apodo, ocultando sus identidades para preservar la seguridad de sus familias.
La mayoría de los voluntarios de dicha base son ciudadanos de Lugansk, de entre 20 y 55 años de edad.
Uno de los comandantes, apodado Batman, era un oficial de la élite policial antes de alistarse en las autodefensas.
Hace un mes estaba a cargo de un grupo de 12 personas, ahora son más de 100 y sigue aumentando cada día.
"Estamos luchando por nuestra tierra, nuestras creencias y familias, a diferencia del Ejército ucraniano que está luchando por dinero. Por esta razón vamos a ganar", afirmó Batman.
Los líderes milicianos creen que disponen de una cantidad suficiente de efectivos para hacer frente a las fuerzas gubernamentales.
Sin embargo, nadie sabe cuántos voluntarios deben fallecer antes de que el Gobierno de Kiev decida poner fin a las acciones militares de represalia.
© REUTERS Shamil Zhumatov
Este martes, las autodefensas lanzaron una contraofensiva contra el puesto de control que impedía la comunicación entre las ciudades rebeldes de Kramatorsk y Slaviansk.
Aunque las milicias no lograron destruir el puesto de control, desactivaron dos posiciones de ametralladoras y capturaron un cañón, según informó la agencia RIA Novosti.
© REUTERS Gleb Garanich
Por su parte, la milicia popular de la asediada ciudad ucraniana de Slaviansk ha destruido una instalación de lanzamisiles múltiple tipo Grad que estaba hostigando a la población local.
Además de este tipo de lanzamisiles, el Ejército ucraniano emplea contra las autodefensas de la ciudad cañones autopropulsados y morteros de gran calibre.
© REUTERS Yannis Behrakis
Se registran numerosas víctimas, incluso entre la población civil, y daños materiales.
Los refugiados siguen huyendo de la ciudad. La operación de castigo que lleva a cabo el Ejército ucraniano, con apoyo de batallones de la nacionalista Guardia Nacional ha empujado a la ciudad de Slaviansk al borde de una catástrofe humanitaria.
Los militares han cortado el suministro de electricidad, agua y alimentos.
La organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch ha presentado graves acusaciones contra el Ejército de Ucrania, imputándole "el uso de armamento pesado en zonas residenciales".
Fuente: actualidad.rt.com
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