Los astilleros de la capital norte de Rusia, San Petersburgo, botan este viernes el primer dragaminas de la más moderna generación tecnológica. El buque tiene el casco sólido más grande del mundo hecho en fibra de vidrio.
El formalmente denominado 'buque de cabeza de defensa antiminas' ha sido bautizado como 'Alexánder Óbujov'. Lleva el nombre de un héroe de la Unión Soviética que se destacó en la flota de lanchas del mar Báltico durante la Gran Guerra Patria, informa Itar-Tass.
La parte básica de la embarcación fue moldeada en 3D, mediante la infusión al vacío de material sintético. El método es considerado como muy innovador en la arquitectura naval.
El dragaminas es de 61 metros de eslora y 10 metros de manga, su desplazamiento llega a 890 toneladas. Podrá acelerar hasta una velocidad de 16,5 nudos (30,5 kilómetros por hora).
El Alexánder Óbujov forma parte del proyecto clasificado ‘12700 Alexandrit'. Los militares rusos esperan que dentro del mismo tres buques más sean construidos antes del año 2018, de manera que todas las flotas regionales rusas (el Ártico, el Báltico, del mar Negro y del Pacífico) puedan contar con el suyo.
Toda la serie fue contratada en abril pasado por el Ministerio de Defensa de Rusia, según informó a la agencia Itar-Tass un portavoz de la Armada rusa. Los militares emplearán estos dragaminas para descubrir y destruir a distancias seguras distintos tipos de minas en zonas marítimas aledañas a las bases navales rusas.
Fuente: actualidad.rt.com
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