El Ministerio de Defensa de Japón y el Departamento de Defensa de Estados Unidos han llegado a un acuerdo para desarrollar de manera conjunta un nuevo buque de combate litoral que estará operativo en el año 2020.
Según el portal especializado The Diplomat, el nuevo buque podría ser una versión del USS Independence de la US NAvy. El objetivo primordial sería dotar a las Fuerzas de Autodefensa de Japón de la capacidad de intervenir rápidamente en las zonas marítimas en disputa con China, como las islas Senkaku, con una embarcación que sea capaz de operar en zonas poco profundas, muy cercanas a las costas.
El nuevo buque de combate litoral (LCS en sus siglas en inglés) será capaz de desplazarse a alta velocidad y también de transportar helicópteros antisubmarinos, como el SH-60K. El proyecto surge en base al acuerdo de defensa y seguridad mutua entre ambos países, después de la reunión que mantuvieron el pasado 4 de marzo el ministro de asuntos exteriores nipón y el embajador de Estados Unidos en Japón.
Con todo ello, todavía no se han detallado las características específicas que tendrá la nueva embarcación, ni dado dato alguno sobre el presupuesto que se prevé asignar a un proyecto que podría tener capacidad de defensa aérea, defensa antisubmarina y para operaciones de asalto anfibio.
El acuerdo llega después de que el gobierno de Estados Unidos haya confirmado el ajuste en la adquisición de las 52 embarcaciones previstas de este tipo, por las restricciones presupuestarias que se están aplicando, reducidas ahora a 32 unidades. De hecho, la partida de defensa de 2015 tenía estipulado un presupuesto de 1.500 millones de dólares para adquirir cuatro LCD e incorporar hasta 14 unidades en el año 2019.
El consenso con Japón para sacar adelante este proyecto pude ser una manera de suavizar esta reducción y complementar el despliegue de fuerzas y la reorientación de la política exterior de Estados Unidos, que vira hacia el este de Asia y el Pacífico.
Fuente: defensa.com
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