Este 15 de marzo se cumplen tres años del comienzo de la guerra en Siria, donde la violencia se ha convertido en un elemento cotidiano. ¿Cuáles han sido los momentos clave del conflicto y los problemas que acarrea a nivel internacional?
El infierno que vive hoy Siria comenzó en marzo del 2011 con manifestaciones en contra del Gobierno de Bashar al-Assad. A finales del verano de aquel año la violencia incendió estas protestas, despertando la preocupación de la comunidad internacional, que se propuso actuar en Siria, si bien Rusia y China vetaron la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que pretendía avalar una intervención militar.
La respuesta regional acabaría por encajonar el conflicto, cuando la Liga Árabe suspendió a Siria como miembro. En mayo del 2012 se libró la batalla de Hula que causó un centenar de muertos entre la población civil y conmocionó al mundo. La confrontación adquirió tales dimensiones que meses más tarde, Bashar al-Assad no dudó en calificar la situación de verdadera guerra.
En 2013 la contienda se enconó y comenzaron a aparecer los primeros informes de armas químicas, con el ataque químico de Guta en agosto como fecha clave. La comunidad internacional fijó el uso de armas químicas como línea infranqueable, y una comisión de la ONU investigó el ataque sobre el terreno sin esclarecer su autoría.
Sin embargo, la reacción internacional fue igualmente enérgica y el problema sirio entró a formar parte de los planes militares de EE.UU, cuyo plan de intervención armada quedó en el aire gracias a la acción diplomática. En septiembre Rusia y EE.UU. elaboraron un plan para el desarme químico bajo supervisión de la OPAC, organización para la prohibición de las Armas Químicas que verifica que Siria se deshace de sus arsenales.
La conferencia de Ginebra 2 ha sido el más reciente intento diplomático de atajar el conflicto. Pese a sus escasos logros, al menos Gobierno y oposición se sentaron a dialogar. Ahora todo gira ahora en torno al proceso de desarme químico que, si no se concretara, podría desencadenar más violencia, desbaratando las pocas opciones de paz en Siria. Todas las miradas están ahora puestas en el puerto de Latakia, punto de salida de las sustancias químicas y objetivo de ataques yihadistas que comprometen la operación y la seguridad internacional.
Se trata este de un momento clave del conflicto que vuelve a evidenciar cómo, pese a tratarse de una contienda circunscrita a las fronteras sirias, se libra también a nivel internacional. La franja Norte, en la frontera con Turquía, es un ejemplo de ello.
Transcurridos tres años del conflicto, se hapuesto de manifiesto la lucha de intereses y de poder internacional en torno a Siria, donde ya han muerto más de 130.000 personas. Tanto desde dentro como desde fuera de sus fronteras, se espera una oportunidad real de paz que sigue sin llegar.
Fuente: actualidad.rt.com
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