A principios de marzo los medios confirmaron el despliegue por los chinos del nuevo misil balístico de medio alcance DF-26C. Este paso ejerce una influencia sustancial en el equilibrio de fuerzas en la región Asia-Pacífico.
Dicho sistema, con una autonomía de vuelo de tres mil quinientos kilómetros, constituye un complemento, y no sustitución, a la familia de misiles DF-21, que están siendo desarrollados hasta el día de hoy. Por su alcance, el nuevo misil se corresponde con el viejo sistema de combustible líquido DF-3, capaz de abatir objetivos a una distancia de hasta tres mil trescientos kilómetros.
DF-21
Las diferentes versiones del DF-3 constituían en su tiempo la base de las fuerzas estratégicas chinas. No hace mucho tiempo los últimos misiles DF-3 fueron dados de baja. Se les sustituyó por los DF-21, que son más móviles, usan combustible sólido, poseen una mayor precisión, pero, al propio tiempo, ceden sustancialmente en la autonomía de vuelo que no supera los 1700-1800 km.
La autonomía de vuelo del DF-21 no le permite abatir una serie de bases norteamericanas en la región, incluyendo la isla de Guam. El empleo para tal fin de los relativamente poco numerosos misiles balísticos intercontinentales chinos no es muy conveniente que digamos.
El sistema de armamento del Ejército Popular de Liberación de China tenía alojamiento para los misiles balísticos de 3500-4000 km. de alcance y para los sistemas con autonomía de vuelo de 5000-5500 km.
Sus blancos pueden ser las instalaciones militares y los objetivos estratégicos en islas del Pacífico, en todo el territorio de la India, y si los misiles se instalan en la parte occidental del país también pueden alcanzar a algunos países de Oriente Próximo. A diferencia de los misiles balísticos intercontinentales, tales sistemas menos costosos pueden ir equipados tanto con ojivas nucleares como convencionales.
¿Es posible crear sobre la base del nuevo misil balístico de medio alcance DF-26C un misil balístico antibuque? La tarea puede resultar complicada. A lo largo de la mayor parte del vuelo el misil balístico antibuque utiliza el sistema de guiado inercial, el cual lo conduce hacia las coordenadas del objetivo conocidas en el momento del lanzamiento.
En la parte final de la trayectoria en el misil debe activarse el sistema de guiado por radar, que tiene un alcance limitado de acción. Si el objetivo durante el vuelo del misil logra salir del campo de visión del sistema de guiado, el misil no dará en el blanco.
Cuanto mayor alcance tenga el disparo tanto mayor será el tiempo del vuelo y mayores las posibilidades de que el buque-objetivo, que desarrolla una velocidad de más de sesenta kilómetros por hora, logre escapar. La observación del objetivo, durante todo el proceso de preparación del lanzamiento del misil y su vuelo, puede resultar dificultosa. Además, la observación y seguimiento seguros del grupo de ataque de portaaviones a tanta distancia será una tarea complicada.
En general, la creación de un nuevo misil balístico antibuque de mayor alcance es real, pero puede requerir grandes esfuerzos.
Por otra parte, el misil DF-21 es utilizado actualmente en el programa del arma antisatélite china. Sobre su base ha sido creado el misil interceptor KT-1. Durante las pruebas de este misil se efectuaron exitosos impactos contra objetivos en el espacio extraterrestre. Es posible que un misil más potente permita abatir objetivos en órbitas más altas.
De tal modo, lo más probable es que los misiles DF-26C se fabriquen en sus versiones nuclear y convencional para abatir objetivos terrestres y, posiblemente, sirvan de base para la creación de una nueva familia de arma antisatélite. Pero la creación de la variante antibuque del SF-26C parece ser menos probable.
Fuente: http://tecnologamilitar.blogspot.mx/
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