Israel llevó a cabo la simulación de un escenario militar en Oriente Medio con la participación de numerosos Estados, que reveló la importancia de la defensa cibernética como medio para prevenir que los ciberataques conduzcan a la guerra cinética.
Según publicó el portal Defense News, el juego militar comenzó en Israel con ataques cibernéticos y terroristas coordinados: una explosión en una plataforma marina de perforación, múltiples explosiones en Haifa y Tel Aviv y la caída de las redes de comunicación, que paralizan los hospitales y obligan a las autoridades aeronáuticas a luchar por recuperar el contacto perdido con un avión de pasajeros.
En primera instancia, Israel acusa de lo ocurrido a Hezbolá, el movimiento chiita libanés respaldado por Irán, lo que desencadena una serie de lanzamientos de misiles desde el Líbano, mientras que los milicianos con base en Gaza aprovechan el caos para secuestrar a dos soldados israelíes tras realizar una emboscada subterránea transfronteriza.
Poco tiempo después, Israel ya está librando una guerra aérea en dos frentes que amenaza con extenderse hacia el frente sirio, donde Hezbolá lucha contra los insurgentes de Al Qaeda en apoyo a las fuerzas de Bashar al Assad respaldadas por Rusia.
En cuestión de horas, el conflicto se extiende a las costas de EE.UU., donde los fallos en las redes de comunicación paralizan el funcionamiento de Wall Street e interrumpen el tráfico aéreo en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York y otros centros importantes de transporte.
La Casa Blanca declara el estado de emergencia nacional después de que unas 700 personas perezcan durante un aterrizaje forzoso en el aeropuerto Dulles, en Washington, y un accidente similar se produzca en el aeropuerto O'Hare de Chicago.
La diplomacia no logra detener la crisis, al tiempo que Rusia y China exigen pruebas del crimen cibernético como condición previa para la acción concertada del Consejo de Seguridad de la ONU.
Haim Assa, experto en la teoría de juegos y consultor del Ministerio de Defensa israelí, dijo en una entrevista a Defensa News que el escenario de la simulación se basó en situaciones extremas, pero realistas. "Lo que todos aprendimos fue la rapidez con la que eventos cibernéticos pueden convertirse en peligrosamente 'cinéticos', y que los líderes están mal preparados para actuar en el dominio cibernético", indicó Assa.
Al final del juego, se revela que el líder de Al Qaeda, Aymán al Zawahirí, y sus grupos aliados en la región son los responsables de los ataques iniciales que Israel erróneamente atribuyó a Hezbolá. Al Zawahirí planeó el ataque como medio de provocar una guerra israelí contra el movimiento libanés, con el que las fuerzas yihadistas globales estaban luchando cada vez más intensamente en Siria.
Los resultados de esta simulación realizada esta semana se remitirán al Gobierno israelí para que los utilicen como herramienta para perfeccionar los procesos cibernéticos y otros asuntos relacionados.
Fuente: actualidad.rt.com
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