En un intento por destruir los misiles rusos más temibles, los RS-20 Satan, los republicanos del Congreso de EE.UU. están dispuestos a demandar que la empresa ucraniana que los desarrolló deje de cooperar con Rusia, poniendo fin a su existencia.
El presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, está dispuesto a presentar ante el Congreso una enmienda al proyecto de gastos militares de EE.UU., la cual obligaría al presidente del país a "entablar negociaciones con el Gobierno de Ucrania para poner fin a la prolongada cooperación entre Kiev y Moscú en el mantenimiento de misiles balísticos intercontinentales", escribe el portal estadounidense The Daily Beast.
Estos misiles, que se conocen en la OTAN como RS-20 Satan (así figuran en el tratado START) y se llaman en Rusia R-36М Voevoda, son hasta ahora los más potentes misiles rusos en cuanto a su alcance y carga útil, por lo que son operados hoy en día por la Fuerza de Misiles Estratégicos del país.
En 1991, el año en que se desintegró la URSS, Ucrania heredó de la Unión Soviética una poderosa industria militar, incluyendo la producción y la tecnología de misiles y cohetes espaciales. Y una verdadera joya de esta corona ha sido la Oficina de Diseño Yuzhnoye Yanguel, con su sede central en Dnepropetrovsk, una importante factoría de misiles balísticos intercontinentales.
Hasta que el temible Voevoda no sea reemplazado por completo por los nuevos misiles rusos Topol, Yars y otros, los expertos de esta empresa llevan a cabo su supervisión y prorrogan su vida útil, siendo esta labor la única que les queda en la actualidad.
En otras palabras, los congresistas republicanos están dispuestos a demandar que el Gobierno de EE.UU. presione a Ucrania para 'sacrificar' una de sus empresas, con especialistas no solo valiosos sino también peligrosos, por la sencilla razón de que son portadores de tecnología de misiles balísticos nucleares.
Su producción se detuvo hace tiempo, pero la documentación referente a esta arma se encuentra todavía en la empresa de Dnepropetrovsk, al igual que la documentación del otro misil intercontinental: el RT-23 Molodets (SS-24 Scalpel, según la denominación de la OTAN), diseñado para su instalación en trenes. Cabe recordar que un programa de sistemas de misiles estratégicos tipo SS-24 Scalpel ya está en marcha en China.
En una entrevista concedida en febrero al rotativo ruso 'Nezavisimaya Gazeta', el exjefe del Estado Mayor de Tropa de Misiles Estratégicos rusas, Víktor Yesin, sugirió que el cambio del poder en Ucrania no iba a destruir esta cooperación con las compañías ucranianas de este sector pero, incluso si eso ocurriera, Rusia sería capaz de mantener a flote sus misiles Voevoda.
Si se aprueba la iniciativa legal que quieren promover los republicanos, el secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, debería en el plazo de 30 días presentar al Congreso un informe sobre cómo tiene previsto alcanzar EE.UU. estos objetivos, recuerda el artículo de The Daily Beast.
Fuente:actualidad.rt.com
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