La industria armamentística de Corea del Sur pasa por el momento de mayor esplendor de su historia. Tras cerrar 2013 con un volumen de exportaciones que se ha incrementado un 41% respecto al año anterior (hasta 3.400 millones de dólares), las perspectivas apuntan a que se podría superar a China en volumen de transferencias de armamento en el este de Asia para el año 2016.
El país tiene cada vez más cerca el objetivo propuesto hace cuatro años de alcanzar un nivel de exportación de 4.000 millones de dólares para el año 2020, en una manera de reforzar y hacer mucho más competitiva a su industria. Tan solo se han necesitado tres años (entre 2010 y 2013), para que Corea del Sur haya incrementado sus cifras de exportación hasta en 2.200 millones de dólares.
Este avance se justifica con la consecución de importantes acuerdos en los últimos años, sobre todo en el continente asiático. Entre los más destacados, la firma para la venta en 2013 de 24 aviones de ataque ligeros T-50 “Golden Eagle” a Irak por valor de 1.100 millones de dólares.
Además, la industria surcoreana ha revalidado su presencia en el emergente sudeste de Asia, con la venta de 16 T-50 en 2011 a Indonesia (donde ya se han entregado todas las aeronaves) y otros 12 FA-50 a Filipinas, en un acuerdo firmado el pasado mes de marzo que podría estar valorado en más de 400 millones de dólares.
Otra de las causas del extraordinario crecimiento de la industria surcoreana habría que buscarlo en el importante apoyo gubernamental que se ha prestado en las últimas tres décadas. En este contexto, el ascenso de compañías entre el grupo de empresas de armamento más trascendentes del planeta sigue consolidándose, de hecho en 2012 firmas como Korea Aerospace Industries (KAI), Hanwha, LIG Nex1 o Samsung se encontraban entre las 100 más destacadas.
Corea del Sur también habría superado en número de envíos en el mercado asiático a países con una consolidada industria de Defensa como Reino Unido o Italia. Gran parte de estas transferencias han ido en perjuicio de la industria de países occidentales. Las ventas no sólo se han limitado al este de Asia, sino que otros estados como Azerbaiyán, Turquía, Perú o Reino Unido también han formalizado su interés en la tecnología de Defensa surcoreana.
En lo que respecta al gasto militar, Corea del Sur se confirmó ya en
2013 como décima potencia militar a nivel mundial, con un gasto de casi 34.000 millones de dólares al año, elevando hasta en un 42% su gasto militar en la última década debido sobre todo a la amenaza constante que supone la fuerza balística y nuclear de Corea del Norte.
El este de Asia sigue siendo una zona muy activa en la dotación de armamento, y parece que a corto plazo la industria surcoreana tendrá un nuevo y fortísimo rival: Japón. Si Tokio levanta progresivamente el veto para la exportación de armamento nipón a otras regiones del mundo, Corea del Sur tendrá una un nuevo contrincante con el que competir por la consecución de nuevos contratos.
Fuente: defensa.com
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