Irak ha comenzado a recibir el material correspondiente al contrato que cerró con Rusia en 2012 y que más tarde Bagdad dejó en suspenso alegando sospechas de corrupción. El gobierno iraquí podrá contar así de manera inminente con lo suscrito en aquel acuerdo, valorado en 4.300 millones de dólares (unos 3.500 millones de euros).
La noticia ha sido confirmada a través del consejero del primer ministro iraquí, Ali al-Musawi, en una entrevista concedida a un canal de televisión ruso. El contrato se firmó en octubre de 2012, después de una visita del ministro iraquí, Nuri Al Maliki, a Moscú y por el que se acordó (en un primer momento) la compra de 30 helicópteros Mi-28 y 42 sistemas antiaéreo Pantsir-S1. Sin embargo, al poco tiempo de cerrarse el acuerdo, éste fue cancelado por Bagdad, alegando sospechas de corrupción, aunque nunca se explicó detalladamente el asunto, que finalmente se ha desbloqueado. Además, Irak se habría interesado por cazas "MiG-29" y vehículos blindados pesados, aunque este punto sigue en el aire.
Moscú confirma con este contrato su apuesta por el mercado de Oriente Medio, cuya presencia se ha resentido después de los problemas con Libia en 2011 y con Damasco, uno de los principales importadores de armas rusas. Irak ratifica a Rusia como su segundo mayor proveedor de armamento después de EEUU. La relación, no obstante, se remonta varias décadas en el tiempo, durante la época soviética, Bagdad compró armamento a la extinta URSS por valor de 30.000 millones de dólares.
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