El combate al narcotráfico ha sido la misión principal de las Fuerzas Armadas (FFAA) mexicanas durante el gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-12). En ese tiempo, la Armada de México se convirtió en brazo armado del poder federal contra el crimen, con alta eficiencia en operaciones, haciendo que se le encargaran las operaciones más complejas. Con la llegada al poder del nuevo presidente, Enrique Peña Nieto, la estrategia en contra de la delincuencia organizada pretende modificarse. El nuevo objetivo del Gobierno federal ya no es desarticular las organizaciones delictivas o neutralizar los líderes de los carteles, sino acabar con la violencia y restaurar la seguridad pública.
Si bien se ha publicitado la reducción de la participación de las FFAA en la misión de seguridad pública, aun no se han presentado ejes claros de trabajo, más allá de la creación de una nueva gendarmería nacional, compuesta por personal del Ejército y la Marina. Por ahora la SEMAR (Secretaría de Marina) y su Infantería de Marina, siguen operando por todo el territorio nacional, en contra de los grupos delictivos. México cuenta con dos instituciones responsables de su defensa nacional. La SEDENA (Secretaria de la Defensa Nacional), controlada por el Ejército, de la cual depende también la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), y la SEMAR, manejada por la Armada, encargada de la protección de los 11.000 km. de costas nacionales, de la ZEE (Zona Económica Exclusiva) y de los recursos naturales marinos. También debe prestar apoyo a las poblaciones civiles en caso de desastres naturales, a través del Plan Marina. Para cumplir con sus diferentes obligaciones, la SEMAR cuenta con tres fuerzas distintas: la Flota de Superficie, la Aviación Naval, y la Fuerza de Infantería de Marina, que presentamos en este artículo.
La llegada al poder del presidente Calderón, en 2006, resulto en un giro completo en la organización y la misión de la Infantería de Marina. Los efectivos de la fuerza se fueron incrementando con el objetivo de completar la dotación en personal (628 elementos por unidad) de los 30 batallones creados a inicios del mismo sexenio, planeándose contar con un total de 25.000 infantes para 2012, aunque finalmente sólo se llegó a unos 18.000. Cada uno de estos batallones cuenta con tres compañías de fusileros marinos, una compañía de armas de apoyo (morteros, lanzacohetes y ametralladoras) y una de servicios. Cada compañía incluye tres secciones, cada una de tres pelotones, mismos que son integrados por trece elementos, en tres escuadras de cuatro hombres bajo el mando de un tercer o segundo maestre. Las escuadras están conformadas por un cabo jefe de escuadra, un fusilero granadero armado con un M16A2 y lanzagranadas M203 de 40 mm., un fusilero ametrallador con una Colt RO 750 LSW de 5,56 mm. y un fusilero con un M16A2 estándar. La organización de un pelotón en tres escuadras, de una sección en tres pelotones y de una compañía en tres secciones responde a la necesidad de contar en todo caso con los tres factores decisivos en el combate: el elemento de asalto, el de apoyo y el de seguridad.
El propósito de estas nuevas unidades es brindar a los diferentes mandos navales del país una capacidad para operaciones de policía marítima, y lucha al crimen organizado, reduciéndose así la necesidad de recurrir a tropas procedentes de otras regiones. Sin embargo, pese a esta serie de medidas, ciertas áreas del país han requerido de una mayor presencia naval, por lo cual se tuvieron que constituir fuerzas de tarea compuestas por diferentes batallones. Los BIM (Batallón de Infantería de Marina) se encuentran repartidos entre las diferentes zonas navales de México, algunas contando con varios de ellos, con la excepción de los BIM 27 y 29, basados en el Distrito Federal. Ciertas unidades cumplen con misiones específicas, como el BIM 7, responsable de la seguridad de la planta nuclear de Laguna Verde. Con la creación de 8 brigadas de Infantería de Marina, los diferentes batallones existentes están siendo integrados en estas nuevas formaciones. Cada una de ellas estará compuesta por 3 BIM y una agrupación de servicios, constituida por el personal de las compañías de servicios orgánicas de los batallones integrados.
Como parte del combate al crimen organizado, la SEMAR ha constituido varias fuerzas de tareas combinadas, para restablecer el estado de derecho en ciertos Estados del país. Actualmente, la Infantería de Marina tiene una destacada presencia en Tamaulipas y Veracruz, donde se concentran más de 3.000 de sus elementos. La creación de estas fuerzas de tarea responde a las necesidades del área en la que se despliegan. La sincronización de estos despliegues, la realiza la Coordinadora General de Infantería de Marina. La fuerza de tarea queda subordinada al Mando Naval de la Zona o Región donde se encuentra operando. El planeamiento y el desarrollo de operaciones por parte de esta fuerza es el producto de un trabajo conjunto entre el Estado Mayor de la Secretaria de Marina, el Mando Naval y el Estado Mayor de la fuerza de tarea.
La decisión de implicar directamente a las FFAA en la lucha contra las amenazas a la seguridad interna llevó a la SEMAR a dar prioridades en los programas de reequipamiento. En el caso de la Infantería de Marina, se diseñó un nuevo uniforme de camuflaje pixelado con tres esquemas diferentes: urbano, desértico y de selva. También se remplazaron las botas en dotación por otras de la marca Altama. Se recibieron nuevos chalecos antibalas, de origen colombiano, israelí o estadunidense, brindando una protección de nivel III. Junto con la empresa Camelbak, la SEMAR desarrolló una versión en su camuflaje pixelado de la mochila BFM 500. También se ha dotado con nuevo armamento a los BIM. Desde 2007, se han comprado miles de fusiles ametralladores Colt RO 750 e IAR en 5,56 mm., ametralladoras FN Minimi en 5,56 y 7,62 mm., rifles de francotirador Barrett, lanzacohetes RPG-75 y morteros de 60 mm. El equipo de comunicación también se ha renovado, remplazándose los sistemas Tadiran israelíes por modelos Harris US.
El BIMFUSPAR y los grupos FES
El Batallón de Infantería de Marina de Fusileros Paracaidistas es una fuerza de élite, que constituye la reserva estratégica del alto mando de la SEMAR para operaciones de alto impacto y emergencia. Las necesidades orgánicas y operacionales motivaron la creación del BIMFUSPAR, en 1992. La nueva unidad fue abanderada por el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, el 1 de junio de 1994. El Batallón se divide en 3 compañías de fusileros paracaidistas, una de armas de apoyo, un grupo de comando y el mando de la unidad. Su Compañía de cuartel general y servicios está integrada en el agrupamiento de servicios de la 7ª Brigada de Infantería de Marina, a la cual pertenece desde 2010. El efectivo total del batallón supera los 600 elementos. El curso de paracaidismo básico dura cinco semanas: cuatro de las cuales son para entrenamiento en tierra, donde, además de ejercicios físicos, se realizan saltos desde una torre de práctica y se adiestra a los alumnos en las técnicas de manejo del paracaídas y procedimientos en caso de falla.
Los grupos de Fuerzas Especiales de la Armada de México se crearon en 2001, siendo inicialmente dos, el FESGO (Fuerzas Especiales del Golfo) y el FESPA (Fuerzas Especiales del Pacifico), ambos destinados para misiones en apoyo a las entonces nuevas Fuerzas de Reacción Anfibias. En 2008, se formó el FESCEN (Fuerzas Especiales del Centro), con base en el DF, cuyo propósito es poner a disposición del Cuartel General del Alto Mando un agrupamiento de tropas especiales para misiones críticas. Mientras el FESGO y el FESPA cuentan con un efectivo de unos 220 elementos cada uno, el FESCEN tiene menos de 160 integrantes.
El curso de adiestramiento de FES dura seis meses, dividiéndose en cinco fases distintas. Primero se da la inducción. Durante cuatro semanas, los aspirantes realizan diversos ejercicios (tiro, defensa propia, etc.), antes de iniciar el curso de paracaidismo básico o, para quienes ya lo completaron, el de doblado y mantenimiento de paracaídas o de maestro de salto. Se sigue con la fase de comandos, en la selva, la etapa más ardua dentro del curso, pues incluye la semana del estrés, donde los cursantes son llevados hasta sus límites físicos y mentales para poner a prueba su determinación. El nivel muy exigente de preparación impuesto a los aspirantes a FES hace que solo una porción, del orden de un tercio (o menos), de los elementos que ingresaron a la fase de inducción logre llegar al final.
Desde 2007, la Marina y su Infantería han pasado de apoyar en operaciones en la mar y las costas a conformar el brazo armado del Estado Federal en su lucha contra la delincuencia. Este cambio de papel fue evidenciado por una serie de actuaciones de alto impacto, que resultaron en la captura o eliminación de figuras de primera importancia dentro de los carteles mexicanos o en la incautación de cantidades significativas de enervantes y armamento. Asimismo, el 16 de diciembre de 2009, los infantes alcanzaron una fama sin precedentes, tras acabar con Arturo Beltrán Leyva, el jefe de jefes, líder del cartel de los Beltrán Leyva y uno de los capos más buscados del país. El enfrentamiento que tuvo lugar en el condominio Altitudes, en Cuernavaca, fue el punto final de un arduo trabajo desarrollado por la SEMAR junto con otras agencias de seguridad mexicanas y estadunidenses para lograr la ubicación y aprehensión de Beltrán Leyva.
Gracias a la labor de la inteligencia naval, el 11 de diciembre, se supo que el capo atendía una narcofiesta en Cuernavaca, por lo cual se cercó la propiedad donde tenían lugar los festejos. Tras un asalto e intenso tiroteo, los marinos lograron la aprehensión de 11 delincuentes, habiendo abatido otros 3 en el enfrentamiento. La información recaudada en esta ocasión permitió a los pocos días ubicar el paradero del jefe de jefes. Para confundir al adversario, las autoridades dejaron pensar que iban tras su brazo derecho, Edgar Valdez Villareal, alias la Barbie. Este acto de desinformación produjo resultados, ya que, el 16 de diciembre, Beltrán Leyva seguía en Cuernavaca.
Armados con rifles de alta precisión, abrieron fuego sobre el apartamento donde se había atrincherado el capo junto con sus escoltas, después de negarse a responder a la orden de rendirse. Mientras los criminales se encontraban inmovilizados por el fuego de los francotiradores, el grupo de asalto prosiguió hacia la entrada de la vivienda. Los sicarios intentaron responder con granadas, sin resultado. Finalmente, la puerta del apartamento fue volada por las FES quienes ingresaron al lugar, asegurando el piso. Adentro quedaban 6 cadáveres, incluyendo el de Beltrán Leyva, dinero, armas y 3 delincuentes, 2 de ellos mujeres. En el combate resultaron heridos varios infantes, uno de los cuales perdería finalmente la vida. Con esta operación, la Marina dio inicio a una serie de golpes mayores contra la estructuras del crimen organizado.
Uno de los vehículos que acompañaba a los marinos estaba dotado con un inhibidor de señales, para bloquear las comunicaciones telefónicas del enemigo. También se utilizó una camioneta para sellar el acceso al garaje de la casa e impedir la huida de los criminales con los automóviles que se encontraban adentro. Los fusileros navales asaltaron el lugar con rapidez, para evitar que eventuales refuerzos pudiesen permitir a los narcotraficantes tomar la ventaja en el combate. Los infantes lograron abrirse paso e ingresar en la vivienda, topándose con una fuerte resistencia adversa. El enemigo respondió con granadas de mano y fuego automático, permitiéndole a Cárdenas Guillen llegar al garaje y escapar por una puerta trasera con el apoyo de sus sicarios, varios de los cuales acudieron al lugar a bordo de camionetas blindadas, rompiendo el cerco establecido por el personal naval.
Esta sería la última vez… El 5 de noviembre en la mañana se dieron varios enfrentamientos en Matamoros entre grupos de la delincuencia organizada, conociéndose posteriormente que Cárdenas Guillen había estado involucrado en ellos, por lo cual se movilizaron todos los medios de inteligencia e intercepción de comunicaciones para ubicar su paradero, el cual fue finalmente encontrado. Cerca de 300 infantes, incluyendo elementos del BIMFUSPAR y de las FES fueron movilizados para cercar a Tony Tormenta, iniciando una batalla de varias horas que vio francotiradores de las fuerzas especiales tomar posición en las azoteas de inmuebles cercanos al escondite del capo y apoyar con su fuego a un grupo de intervención formado por fusileros paracaidistas. Los narcotraficantes intentaron repeler el ataque disparando con armas automáticas y granadas, por lo cual los marinos respondieron con ametralladoras y lanzagranadas.
Los francotiradores FES tuvieron que lidiar con sicarios enemigos armados con rifles de precisión, de los cuales lograron abatir unos 15. Los FUSPAR intentaron asaltar la casa de seguridad una primera vez sin éxito, mientras que, en tres ocasiones distintas, las tropas conformando el cerco de seguridad externo de la operación tuvieron que repeler los ataques de convoyes de vehículos de sicarios que intentaban romper el sitio para permitir a su líder escapar. Debido a ello se fue reforzando el dispositivo naval hasta totalizar 660 elementos. Por fin, al cabo de mas una hora y media de tiroteo, los paracaidistas lograron ingresar al lugar donde se encontraban Tony Tormenta y sus escoltas, descubriéndose allí a los cadáveres del capo y de cuatro de sus secuaces, mientras que otros cinco fueron aprehendidos. En esta acción también perdieron la vida cuatro marinos…
En el verano de 2011, el Estado de Veracruz se convirtió en una zona de operación de primera importancia para la Marina, después de que los Zetas intensificaran su acción en el área, llegando inclusive a desaparecer a varios marinos. Como consecuencia del incremento de la inseguridad en el puerto jarocho, la SEMAR envió tropas para reforzar a las fuerzas ya desplegadas en el área. Se movilizaron a unos 1.500 infantes, los cuales empezaron a llegar a inicios de agosto de 2011. El 8 de ese mes se dieron a conocer los resultados del desmantelamiento de la red de comunicaciones instalada por los Zetas por todo el Estado. Como resultado de un trabajo de inteligencia de varios meses, la Marina ubicó numerosas antenas, intensificadores de señales y otros sistemas de comunicaciones empleados por ellos. También se localizó una estación de control fija y tractocamiones con material de enlace. Estos equipos fueron incautados, las antenas removidas y en poco más de un mes, a raíz del desmantelamiento de esta red, se lograron arrestar a unas 80 personas implicadas en actividades criminales.
En total fueron más de diez los municipios en los cuales se incautaron equipos de comunicación, evidenciándose así la extensión de la red criminal. El 20 de septiembre 2011, 35 cadáveres fueron abandonados en frente del centro comercial Plaza Américas, en Boca del Rio (Veracruz). Los cuerpos fueron tirados allí por un grupo de sicarios, generando una ola de pánico entre los civiles en el área. Se comprobó posteriormente que los responsables de la matanza eran miembros del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y las víctimas, en su mayoría, gente inocente. A raíz de este suceso, se reforzó el despliegue de Infantería de Marina en Veracruz, movilizándose mayores números de FES y fusileros paracaidistas para neutralizar a los delincuentes.
La llegada del verano trajo una sucesión de golpes mayores al narcotráfico, algunos de los cuales se detallan aquí. El 3 de septiembre, el entonces líder del Cartel del Golfo, Mario Cárdenas Guillén, hermano de Osiel y del fallecido Tony Tormenta fue arrestado en una acción combinada de los fusileros paracaidistas y FES, en la ciudad de Altamira (Tamaulipas). Cárdenas Guillen se encontraba en la entrada de un edificio armado con un fusil de asalto, cuando lo avistaron los marinos, procediendo a detenerlo sin disparar una sola bala. Con su captura, el control que ejercía la familia Cárdenas Guillén sobre el Cartel de Golfo acabó, pasando la organización bajo el mando de Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss. El mismo Costilla Sánchez no disfrutó mucho tiempo de su nuevo poder, puesto que el 12 de septiembre también fue arrestado por personal de la Infantería de Marina, esta vez en Tampico (Tamaulipas). Su captura fue lograda por un grupo de unos 30 infantes de Marina, quienes iban persiguiendo vehículos con individuos armados a bordo.
Estos, al intentar escapar, acabaron por llegar a una casa de la Colonia Lomas de Rosales, donde abandonaron sus coches para ingresar a la vivienda, seguidos por los fusileros navales, quienes lograron la captura de Costilla Sánchez y 5 de sus escoltas sin hacer uso de sus armas. Esta operación acabo de decapitar al Cartel del Golfo, el cual parece mantenerse a la fecha en un estado de crisis y división interna, sin ningún líder claro y muy expuesto a un fraccionamiento en entes menores.
El 26 de septiembre fue capturado Iván Velázquez Caballero, alias El Talibán, en San Luis Potosí. Era jefe de distintas plazas en el Norte del país, encargándose del trasiego de droga hacia Estados Unidos desde estas. Al parecer estaba en guerra abierta con Miguel Ángel Treviño Morales, alias Z-40, uno de los líderes de los Zetas, lo cual había generado un incremento de la violencia en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Coahuila. La detención de El Talibán fue el resultado de la labor combinada de la DEA estadunidense y la inteligencia naval mexicana, teniendo como punto final la intervención de un grupo de las FES, el cual logró capturarlo sin disparar una sola bala. El 7 de octubre 2012, la Marina alcanzó otro hito al eliminar el líder de los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca o Z-3, un ex militar mexicano, quien había pasado a trabajar para el Cartel del Golfo, como uno de los fundadores del grupo de matones los Zetas. Con el tiempo Lazcano había logrado consolidar su posición dentro de los Zetas hasta asumir su liderazgo.
En 2010, los Zetas se separaron del Cartel del Golfo, entrando en conflicto para el control de ciertas plazas. Bajo el mando de Lazcano extendieron su ola de violencia hasta nuevos estados, como Veracruz. Para Z-3 todo aquello acabó aquel 7 de octubre 2012 en la ciudad de Progreso (Coahuila), cuando, junto con uno de sus secuaces, se topó con una patrulla de la Infantería de Marina. Ambos abrieron fuego con rifles y granadas, por lo cual los fusileros navales respondieron con letal eficacia a esta agresión, abatiendo a los dos. Posteriormente, y comparando huellas digitales con archivos de las autoridades federales, la SEMAR confirmo la identidad de El Lazca y, así, la eliminación del máximo líder de los Zetas. En estos últimos años, acciones de esta amplitud le han permitido a la Infantería de Marina demostrar una profesionalidad sin equivalente en México, siendo alabada no solo por la ciudadanía y los altos funcionarios del país, sino también por numerosos observadores extranjeros, incluyendo los más altos mandos militares estadunidenses.
Las perspectivas futuras
El final del sexenio de Felipe Calderón, en diciembre 2012, dejó una Infantería de Marina nueva. Si bien no se logró completar el programa de reequipamiento en vehículos, ni llenar los cupos de efectivos de los distintos BIM, se han sentado las bases de una fuerza moderna, altamente preparada y liderada por oficiales y suboficiales de elevado calibre. Las unidades de élite han demostrado sus capacidades con acciones contundentes en el combate al crimen organizado, además de desarrollar sus habilidades en ejercicios internacionales, como Unitas, Panamax o Fuerzas Comando. Hoy en día, la SEMAR es la institución federal en la que tiene más confianza la ciudadanía mexicana.
En el Estado de Veracruz, la presencia de los infantes de Marina es un factor de tranquilidad para el pueblo y muchos mexicanos han expresado su aprecio por la labor de sus Marines. En un país gravemente afectado por una ola de violencia sin precedentes, que ha generado más de 70.000 muertos, la profesionalidad y dedicación de la Marina Armada de México constituyen uno de los pocos factores de esperanza de un futuro mejor y un motivo de orgullo para todos todos.
El resultado más significativo del sexenio anterior para las tropas de Marina es la invaluable experiencia que han ido ganando a lo largo de sus despliegues en el marco de la lucha contra la delincuencia organizada. Actualmente, estos conocimientos deben ser empleados por el nuevo Gobierno federal para implementar la primera fase de su estrategia de reducción de la violencia en el país.
La creación de la nueva Gendarmería Nacional y el reforzamiento de la Policía Federal, así como de las fuerzas de seguridad estatales, es un proceso que no quedará completo antes de varios años, por lo cual dichas instituciones no podrán funcionar de forma eficaz antes del final del sexenio. Por lo tanto, la Infantería de Marina tiene que seguir operando en contra de la violencia y de la delincuencia durante este periodo y no ser apresuradamente enviada de regreso a sus cuarteles, para ser remplazada por fuerzas de seguridad pública insuficientemente preparadas para su labor.
El 26 de septiembre fue capturado Iván Velázquez Caballero, alias El Talibán, en San Luis Potosí. Era jefe de distintas plazas en el Norte del país, encargándose del trasiego de droga hacia Estados Unidos desde estas. Al parecer estaba en guerra abierta con Miguel Ángel Treviño Morales, alias Z-40, uno de los líderes de los Zetas, lo cual había generado un incremento de la violencia en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Coahuila. La detención de El Talibán fue el resultado de la labor combinada de la DEA estadunidense y la inteligencia naval mexicana, teniendo como punto final la intervención de un grupo de las FES, el cual logró capturarlo sin disparar una sola bala. El 7 de octubre 2012, la Marina alcanzó otro hito al eliminar el líder de los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca o Z-3, un ex militar mexicano, quien había pasado a trabajar para el Cartel del Golfo, como uno de los fundadores del grupo de matones los Zetas. Con el tiempo Lazcano había logrado consolidar su posición dentro de los Zetas hasta asumir su liderazgo.
Las perspectivas futuras
El final del sexenio de Felipe Calderón, en diciembre 2012, dejó una Infantería de Marina nueva. Si bien no se logró completar el programa de reequipamiento en vehículos, ni llenar los cupos de efectivos de los distintos BIM, se han sentado las bases de una fuerza moderna, altamente preparada y liderada por oficiales y suboficiales de elevado calibre. Las unidades de élite han demostrado sus capacidades con acciones contundentes en el combate al crimen organizado, además de desarrollar sus habilidades en ejercicios internacionales, como Unitas, Panamax o Fuerzas Comando. Hoy en día, la SEMAR es la institución federal en la que tiene más confianza la ciudadanía mexicana.
En el Estado de Veracruz, la presencia de los infantes de Marina es un factor de tranquilidad para el pueblo y muchos mexicanos han expresado su aprecio por la labor de sus Marines. En un país gravemente afectado por una ola de violencia sin precedentes, que ha generado más de 70.000 muertos, la profesionalidad y dedicación de la Marina Armada de México constituyen uno de los pocos factores de esperanza de un futuro mejor y un motivo de orgullo para todos todos.
La creación de la nueva Gendarmería Nacional y el reforzamiento de la Policía Federal, así como de las fuerzas de seguridad estatales, es un proceso que no quedará completo antes de varios años, por lo cual dichas instituciones no podrán funcionar de forma eficaz antes del final del sexenio. Por lo tanto, la Infantería de Marina tiene que seguir operando en contra de la violencia y de la delincuencia durante este periodo y no ser apresuradamente enviada de regreso a sus cuarteles, para ser remplazada por fuerzas de seguridad pública insuficientemente preparadas para su labor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario